enviado a la tierra

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A través de los siglos, desde Noé, ha habido tiempos extraños: períodos en los que inundaciones, terremotos, maremotos, tormentas, sequías, plagas, volcanes e incluso actividad de asteroides o cometas han perseguido la tierra. Ocurrió durante el antiguo Egipto; les pasó a los griegos; le sucedió al Imperio Romano.

Está a punto de volver a suceder.

Dios está listo para enviar grandes eventos sobre nosotros, y es por una sencilla razón. Al igual que la gente en la antigüedad, como los de la época de Noé, como Sodoma y Nínive, hemos permitido que se acumule el mal y, como resultado, enfrentamos sucesos en todas partes. Cada vez que una sociedad toma un camino perverso, se envían eventos. El huracán Andrew, la inundación de Mississippi y los incendios forestales. Desde 1989, Estados Unidos ha visto Siete de sus diez mayores desastres, y cada año el ritmo se acelera. Ya sea de la ciencia, ya sea de la profecía, ya sea de las noticias de la noche, son señales de que el gran acontecimiento, una serie de eventos que afectarán a todas las regiones del mundo, está a punto de ocurrir. Tal fue indicado en profecías secretas concedidas por la Virgen María a pastores en Francia (en una montaña misteriosa). Las estaciones cambiarían, dijo la Virgen; habría un cambio de clima; habría temblores; el globo entero pasaría por convulsiones. Indicaciones similares han venido de lugares como Medjugorje.

¿Qué más hay en esas profecías y cómo se relacionan con lo que está sucediendo ahora?

Prácticamente en todos los campos hay indicios de que están a punto de ocurrir grandes desastres naturales. En el Atlántico hay una falla oculta que podría causar un maremoto masivo; en California, los astrónomos observan nerviosamente los asteroides; en Miami, el gobierno ha construido un centro de huracanes similar a una fortaleza. No desde la Edad Media, cuando un tercera de Europa murió de la peste negra- hemos estado en un período tan crítico; desde el final del Imperio Romano no hemos enfrentado una perturbación global; nunca desde la época de las pirámides hemos corrido tan ciegamente hacia los tipos de desastres que barrieron y cambiaron, aterrorizaron al mundo antiguo, y que sin un regreso urgente a Cristo ahora están listos para regresar.