Jesús, ¿eras pequeño?

“De la boca de los niños y de los que maman sacaste alabanza” (Mt 21,16).

En Jesús, ¿eras pequeño? niños llenos de preguntas y asombro llevan a los lectores en un viaje de descubrimiento, haciendo que Jesús sea real y familiar para jóvenes y mayores. Con inocente curiosidad, los niños le preguntan al Rey de reyes si alguna vez se subió a un árbol, derramó su leche o se raspó la rodilla.

“¿Eras pequeño? ¿Tal como yo?"

Aventura tras aventura, nos damos cuenta de que Jesús conoció las alegrías, los dolores y la vulnerabilidad de ser pequeño. Finalmente, cuando un niño, con devoción en ciernes, hace la última pregunta: “Jesús, ¿eras pequeño? ¿Sólo para mí?" — nos unimos a la alegría de los jóvenes por la respuesta.